Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

domingo, 5 de agosto de 2012

Michael Phelps, el adiós del más grande

Ayer se despidió de la competición el deportista más grande de la Historia, Michael Phelps. Lo hizo ganando, como ha hecho en multitud de ocasiones durante toda su carrera deportiva, completando con fiabilidad la tercera posta (el 100 mariposa, una de sus pruebas predilectas) del 4x100 estilos que le dio el oro a EE.UU. por delante de Japón y de Australia. Con la victoria en esta prueba, Phelps acumula en sus participaciones en las Olimpiadas nada más y nada menos que 18 entorchados (más que nadie en todas las ediciones de los Juegos, el siguiente "sólo" consiguió 9) además de dos platas y dos bronces, un total de 22 medallas que lo convierten en el hombre récord de los Juegos Olímpicos, y sus participaciones en los Mundiales de natación han sido de similar calibre, por lo que calificarlo como leyenda queda corto.

Phelps dice adiós

Michael Phelps, el más famoso ciudadano de Baltimore (Maryland), lleva en la élite de la natación desde que participó en los Juegos Olímpicos de Sidney en el año 2000, quedando quinto en los 200 mariposa teniendo tan solo 15 años de edad. A partir de ahí vino la catarata de éxitos, empezando por convertirse en campeón del mundo en esa misma prueba en Fukuoka al año siguiente y construyendo los siguientes 11 años (hasta ayer en Londres) la colección más salvaje de campeonatos y récords mundiales que el ser humano haya podido ver, tanto en pruebas individuales (100 y 200 mariposa, 200 libres, 200 y 400 estilos, principalmente) como en relevos (4x100 libres, 4x100 estilos, 4x200 libres).


Cuando la gente se preguntaba quién había sido el rey de los Juegos de Pekín 2008, si Bolt o Phelps, yo no tenía dudas, pese a los récords siderales del jamaicano, el rey indiscutible fue Phelps con sus 8 oros. Estuve federado unos años en natación y sé que lo ha hecho Phelps en todos estos años y principalmente en Pekín es prácticamente irrepetible. Para realizar una comparación entre ambos y que Bolt ganara, el atleta habría tenido que ganar no sólo 100 y 200 m lisos y el relevo 4x100, sino el 110 y 400 metros vallas, el 400 lisos y el relevo 4x400, básicamente porque eso es lo que hizo Phelps en natación. Ser campeón del mundo u olímpico en una sola prueba de natación es dificílisimo, porque incluso en el mismo estilo los especialistas son diferentes en cada distancia, así que serlo en cinco como hizo Phelps sólo está al alcance de un deportista irrepetible, de un genio absoluto.


Un dato más que añadir a la proeza de Phelps es su longevidad. Nadie ha hecho lo que ha hecho Phelps con su dominio absoluto de media docena de pruebas, pero es que nadie ha tenido el dominio que ha mostrado el estadounidense en una única prueba durante 3 Juegos Olímpicos consecutivos. En el plano individual sólo Kitajima en 100 y 200 braza (campeón en Atenas y Pekín) y Phelps (100 y 200 mariposa, 200 y 400 estilos) podían conseguir repetir galardón en Londres, algo que nadie había hecho. Kitajima no lo consiguió. Phelps perdió su primera oportunidad al llegar quinto en el 400 estilos, y la segunda en el 200 mariposa (que perdió por muy poco y en el que, en la ceremonia de entrega de medallas se comportó como el mejor de los campeones mostrando un comportamiento ejemplar con el sudafricano Chad Le Clos, que le había batido en la última brazada), pero ganó las otras dos pruebas, pasando una vez más a la Historia como el único nadador que ha ganado la misma prueba en 3 Olimpiadas. Por esto y por todo lo anterior, creo llevar la razón cuando digo que esta despedida de Michael Phelps es, sin duda, el adiós del más grande. Ha sido un placer, Michael, gracias por engrandecer el deporte y en concreto la natación.


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