Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

domingo, 30 de septiembre de 2012

Jamais vu! de Evan Seitz

Esta es la segunda vez que pongo algo del bueno de Evan Seitz por aquí, la primera fue relacionada con los cuatro montajes audiovisuales sobre cine que había hecho este animador estadounidense residente en Atlanta. Los que voy a poner a continuación versan sobre otros temas y tienen como título "Jamais vu!", una expresión francesa cuyo significado es el opuesto al del famoso "déjà vu", es decir, no recordar explícitamente haber visto algo antes, luego la persona que lo experimenta sabe que ha ocurrido antes, pero la situación le resulta extraña.

El primero de los vídeos se llama "Jamais Vu! | [Ep1] Board Games" y relaciona el fenómeno antes comentado con juegos de mesa por todos conocidos.


El segundo (Jamais Vu! | [Ep2] - Video Games, Part I) y el tercero de los vídeos (Jamais Vu! | [Ep3] - Videogames, Part II) utilizan como medio de conexión una serie de videojuegos muy famosos que se relacionan con series y películas.



El cuarto de los vídeos, cuyo título es Jamais Vu! [Ep4] - Toys, tira justo de eso, de juguetes, para entrelazar el concepto que maneja toda la serie de animaciones y, con juegos de palabras y evidente humor relacionar juguetes famosos con famosas películas.


El quinto y último de esta tanda de animaciones es Jamais Vu! [Ep5] - Superheroes (los títulos son bastante explícitos, eso no se puede negar) y lo que hace es tirar de superhéroes por todos conocidos para explicar el concepto que nombra a los vídeos aquí presentados.


Espero que el que los vea los disfrute, a mí al menos me sacan una sonrisa y lo mejor es que son muy breves.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Gemelos deportistas



Hace algún tiempo me dio por pensar (en chorradas, obviamente, porque pensar en cosas serias procuro hacerlo sólo si me pagan, la vida está muy cara) en gemelos. En concreto me dio por pensar en gemelos idénticos. Creo que fue a partir de ver la peli esa de “La red social” (muy buena, por cierto), esa en la que ponen fino fino a Mark Zuckerberg, el creador de Facebook. Resulta que uno de los pleitos (por robo de idea en este caso) en los que se mete tan controvertido pájaro es con dos muchachotes fornidos, los Winklevoss, una pareja de gemelos idénticos que, además de provenir de rica familia llegaron a ser olímpicos en una de las múltiples modalidades de remo. Eso me hizo pensar en deportistas profesionales o de élite que fueran gemelos, y hasta dónde había llegado su éxito.


Me vinieron a la cabeza los hermanos estadunidenses Bryan (números uno en dobles de tenis), los futbolistas holandeses De Boer (uno central y otro atacante), los hermanos brasileños Rafael y Fabio (que también son futbolistas, en este caso del Manchester United), los Urtasun (que juegan al baloncesto en liga ACB, aunque Txemi tiene más éxito)…El caso es que me acordé de una pareja dispar, la de los hermanos Callejón, uno jugando en el Madrid (José) y otro en segunda con el Hércules (Juanmi), y le di a mi pensada una vuelta de tuerca más. Me pregunté a mí mismo por cómo debía sentirse Juanmi ante el éxito de su hermano. Evidentemente estoy convencido de que por una parte se alegrará un montón de todo lo bueno que le pase, pero por el otro lado, ¿no le dará vueltas a que con las mismas (o casi) características físicas su hermano haya llegado tan lejos y él no? No sé, está claro que ser gemelos no garantiza que lo hagan todo igual (los De Boer son uno zurdo y otro diestro, por ejemplo), pero en su situación quizá sí me frustraría no haber tenido ese punto de suerte que sí ha tenido José Callejón.


A lo mejor es eso, y todo se explica con el factor suerte (o destino, o como se quiera llamar) del fútbol, que es lo que hace que se pueda tener una lesión, o que un entrenador tenga más confianza en ti que en tu hermano, o miles de factores que hacen que unos lleguen y otros no. Me hace mucha gracia comprobar que incluso las grandes estrellas de nuestra liga siempre comentan que había alguien en su equipo de infantiles o juveniles que era una máquina y que seguro que llegaría a Primera, y sin embargo ahora pulula por Segunda B o dejó el fútbol porque nadie le quería. Yo creo que al final, en el fútbol y en el deporte, como en la vida, no basta con ser bueno, sino que te tiene que acompañar un poco la suerte.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Cambio de negocio en la Iglesia Católica



Me parece que sin ser un reaccionario de ningún tipo, cualquiera se ha podido dar cuenta a estas alturas que el modelo actual de la Iglesia Católica no se sostiene por ningún lado. Ojo, voy a aclarar una cosa antes de seguir, fui educado en la fe cristiana y me considero cristiano católico no practicante. Desde una perspectiva de creyente se pueden tener razonables dudas sobre cómo se gestiona la fe cristiana ya sea a la hora de actuar, como de decir en voz alta lo que se piensa. Estoy convencido de que con la Iglesia pasa como con otras instituciones que le pertenecen a todo el mundo, se crea o no en ellas, como el Estado o la selección de fútbol, se tienen miles (si no millones) de maneras de pensar, casi una por cada ser humano, con lo que resulta muy complicado que todo el mundo esté de acuerdo. Sin embargo, en todos estos casos que nombro se persigue un bien común y normalmente basado en la representación. Ahora que nuestra selección de fútbol encadena éxito tras éxito en Eurocopas y Mundiales, sólo algún salmón que nada contracorriente tiene críticas desfavorables para el seleccionador y sus jugadores. La otra cara de la moneda es la clase política española, donde sólo casos puntuales consiguen la aceptación general y normalmente rozando el aprobado en el mejor de los casos. Por eso creo que en la Iglesia se tiene que dar un cambio, una variación en la manera en la que se hacen las cosas y en la estructura que soporta el tinglado, un cambio de rumbo que haga que la institución se vuelva menos excluyente y más integradora, en definitiva, un cambio en el modelo de negocio.


Lo que voy a poner a continuación es una pequeña lista de ideas (que seguro se podría ampliar) que bajo mi punto de vista harían cambiar a mejor el funcionamiento de la Iglesia católica. Mi opinión es justo eso, una opinión, no pretendo imponérsela a nadie y estoy convencido de que es muy difícil que haya alguien que esté completamente de acuerdo en los puntos en los que creo que la Iglesia ha de cambiar, luego sólo pido respeto por mi manera de ver las cosas. Bueno, ahí van:

  • El celibato carece de sentido. En ningún momento Jesús le dijo a sus seguidores “habéis de ser célibes” para poder propagar la fe. La idea de que gracias al celibato la Iglesia salía beneficiada económicamente por no tener que preocuparse de sucesiones y demás, está pasada de moda, básicamente porque cada vez hay menos sacerdotes y desde luego se podría llegar a algún a acuerdo en ese aspecto.
  • Que las mujeres no puedan tener mayor participación en la Iglesia más allá de ser monjas es, además de anacrónico, absurdo. Si cada vez menos gente quiere involucrarse en asuntos de la Iglesia es por esa visión trasnochada de cómo se deben hacer las cosas. Ser una institución machista no ayuda nada de nada, la Iglesia ha de dar un paso adelante y que hombres y mujeres puedan tener los mismos roles.
  • Además de la falta de vocaciones por las anacrónicas reglas que he comentado antes, otra consecuencia de esa manera de actuar es que cada vez va menos gente a la Iglesia y el perfil medio del feligrés que acude con asiduidad a misa es “viejuno” a más no poder. Este es uno de los problemas más graves de la Iglesia, por lo menos bajo mi punto de vista, y creo que es necesario replantearse la manera en la que se hacen las cosas. Por ejemplo, la celebración eucarística, cargada de simbolismo y significado, no está adaptada a los nuevos tiempos, aburre a los más jóvenes y eso se paga con iglesias vacías o ligeramente cubiertas por gente mayor, por lo que habría que buscar la manera de celebrar lo que la Biblia trata de contarnos de alguna manera más moderna y que sea capaz de llegar a todo el mundo.
  • Otra de las cosas que hay que erradicar dentro del vetusto funcionamiento de la Iglesia es esa manía de meterse en charcos de manera “carca” y poco cristiana. Temas como la prevención del embarazo, el aborto, la homosexualidad, los descubrimientos científicos…Todos ellos han de tratarse desde más puntos de vista dentro de la Iglesia que el monotemático y rancio que se empeñan en mostrar. Hay que quedarse con la esencia de lo que Jesús pregonaba, que en definitiva era ser buenas personas y preocuparse por el prójimo y no restringir esa manera de ser y actuar sólo a determinados grupos por ser afines en ideología. La Iglesia Católica ha de ser más cristiana, no tomar la Biblia al pie de la letra (se escribió hace miles de años, por Dios) y quedarse con su esencia.
  • Con las dos primeras medidas estoy convencido de que el número de personas con fe dispuestas a trabajar para la Iglesia (sí, repito, trabajar) aumentaría de manera considerable. Ahora bien, ¿qué hacer con todas esas personas? Pues en primer lugar tirar de ellas para llenar huecos en parroquias por todo el mundo. Aquí en España hay párrocos que visitan media docena de pueblos porque por falta de sacerdotes han de abarcar a varios grupos de feligreses según la región. Esto debería acabar, la atención de la Iglesia debería ser más personalizada y con chicos y chicas jóvenes seguro que la cosa mejoraba considerablemente.
  • Desde un punto de vista relacionado con la opción por los pobres, creo que la Iglesia debería usar toda su fuerza en erradicarla. Esto significa usar no sólo dinero, tierras y demás posesiones (que la Iglesia tiene de sobra), sino implicar a la gente que se vaya incorporando gracias a los dos primeros puntos. Se deberían crear proyectos en todo el Mundo usando toda la infraestructura eclesial y con el objetivo de hacer dinero. Sí, lo repito, hacer dinero. Creo que si la Iglesia es capaz de ir montando empresas que hagan dinero se podría no sólo ir creando nuevos puestos de trabajo, sino permitir que los más pobres fueran incorporándose paulatinamente a esos proyectos y por tanto abandonando esa situación. Eso sí, debería haber una escala salarial en la que todos los sueldos fueran dignos y la diferencia entre el que más cobre y el que menos fuera razonable (de cinco o seis a uno, como mucho). Eso ayudaría a que la gente que se implicara en esos proyectos no lo hiciera por pasta, sino por verdadero interés en ayudar de algún modo y siempre recibiendo una compensación decente. Cualquier tipo de beneficio que obtuvieran estos proyectos no tendría dividendos para máximos accionistas, ni bonus para empleados, ni ningún tipo de mamarrachada en la que unos pocos se llevaran la pasta, sino que se invertiría íntegramente en ese mismo proyecto (o en otros). Al contrario de lo que sucede en las grandes empresas, cualquier tipo de nepotismo estaría radicalmente prohibido, es decir, para acceder a un puesto sería necesario querer participar activamente en el proyecto y cumplir a rajatabla las características del puesto en cuestión.

Sé que mucha gente que lea esto va a decir que es una colección de chorradas o que algunas de las ideas no se sostienen, pero la verdad es que seguro que la mayoría está de acuerdo en que la Iglesia tiene que darse un lavado de cara muy importante.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Amiguitos


Hace seis meses, en el momento en el que me encontré sin trabajo de buenas a primeras, tenía un grupo de compañeros con el que compartía mis descansos y al que, después de dos años juntos, podría llamar amigos. Al llegar nuevo a una empresa uno siempre se pregunta cómo va a ser el ambiente de trabajo y si va a hacer “nuevos amiguitos”. Cuando yo llegué a mi anterior empresa dos de mis compañeros de departamento no dudaron ni un instante y me ofrecieron compartir con ellos los “desayunos” (en realidad el descanso de media mañana) en el cubículo reservado para ello, convirtiéndose en una feliz costumbre que los viernes se realizaba en un bar fuera del edificio. No sólo eso, una vez al mes salíamos a comer a un restaurante chino e incluso después de quedarme en la calle quedamos otro par de veces. Compartíamos algo más que las tareas por las que nos pagaban, echándonos unas risas de vez en cuando y comentando cualquier cosa. Sabía que cuando me fuera de allí por cualquier motivo, los echaría mucho de menos.


Ahora que llevo una semana en mi jaula actual me he dado cuenta de que aquello que me sucedió en mi primer trabajo fue una situación afortunadamente agradable pero que no tiene por qué ser común. Evidentemente no sé cómo será mi devenir ni profesional ni personalmente en esta empresa, no soy adivino y prefiero no jugar a serlo, pero desde luego el recibimiento no ha sido tan cordial como en mi empresa anterior. Probablemente debido a la situación actual de crisis en la que todos los “curritos” temen por su sueldo, condiciones o directamente por su puesto de trabajo, me veo en medio de suspicacias que han provocado que uno de los tres compañeros de mi departamento (el otro es un poco autista y la otra está embarazada y teletrabajando) me haga el vacío al no invitarme a los descansos que hace con gente de alrededor o a ir a comer (de tupper, por supuesto). Ojo, no tiene obligación alguna de “adoptarme” como hicieron mis antiguos compis pero la cortesía de invitarme al menos una vez no habría estado de más. Supongo que cree que el recién llegado (yo) viene cobrando más que él (lo dudo muuuuuuucho) y que me va a enseñar el trabajo (no tenía ni idea de nada al llegar, aunque tampoco tengo idea ahora, la verdad) para que a él al final se lo limpien. Espero que las cosas en todos los ámbitos vayan a mejor. Veremos. Quizá lo cuente por aquí.

domingo, 16 de septiembre de 2012

"Canción de Hielo y Fuego: Danza de dragones" de George R.R. Martin

Esta semana me he terminado el quinto libro de la actualmente famosa saga (cuando la comencé la conocían sólo los friquis como mi amigo J. de la facultad y algún otro por ahí) de "Canción de Hielo y Fuego", cuyo título es "Danza de dragones". Como ya todo el mundo sabe ahora que hay una serie de televisión y te encuentras a cada sitio que vas a individuos e individuas de cualquier edad leyendo esos tochazos o su versión de bolsillo compacta y con letra de pulga pedorra, se trata de una historia de fantasía en la que hay un montón de personajes de todo tipo (reyes, reinas, señores, caballeros, enanos, putas, maestres, sacerdotisas, guardias célibes...), tramas variopintas que enganchan como el mejor de los culebrones, y lugares mágicos a los que sólo la imaginación te puede llevar.


Decir que es como una versión mejorada o modernizada de El señor de los anillos sería faltarle el respeto a ambas obras, básicamente porque se trata de productos fieles a la época en la que se publicaron. Si la narración de Tolkien sorprendía por su original contenido y por ser un pionero en el género de la fantasía, pero no por cómo estructuró su trilogía, la manera que tiene el autor de "Canción de Hielo y Fuego" (George R.R. Martin, Dios no quiera que se muera antes de acabar el séptimo y último libro) de contarnos lo que sucede en el mundo de los siete reinos es quizá lo más original y lo que explica el porqué de su fama. Desde Tolkien, muchos han escrito libros en los que hubiera magia, caballeros, señores, dragones y demás, pero en la obra de George R.R. Martin nos encontramos con una serie de puntos clave que son los que explican su éxito:

1. Maneja personajes de todo tipo, no hay buenos y malos, abarca todas las gamas de grises que hay del blanco al negro, lo que hace que el lector exigente se sienta muy muy cómodo al ver que lo que lee, dentro de la más absoluta de las ficciones, es creíble.

2. No le duelen prendas a la hora de contar las tramas: si hay sexo es explícito, si hay violencia también, y así con todo. Si hay que quitarse de en medio a personajes lo hace, por muy importantes que hayan sido en la historia hasta ese momento. Eso hace que, aunque puedas prever lo que va a suceder, siempre tengas la sensación de que no sabes qué va a pasar de verdad.

3. Cada capítulo está centrado en un personaje, lo que hace que la narración se asemeje mucho a la estructura de una serie de televisión. Esta manera no lineal de contar las cosas es quizá lo más original de su propuesta y una de las cosas que más gustan al lector.

4. Los diferentes arcos argumentales que maneja son sencillamente fantásticos, enganchan a cualquier tipo de lector, dando prácticamente igual en qué personaje esté centrado cada capítulo. Además has de estar atento a todo lo que sucede en cada pequeña historia, principalmente porque aunque no lo haga de manera directa siempre entremezcla cada trama para darle consistencia a cada historia.

5. Al venir de la televisión el autor (que fue guionista de varias series durante años) no sólo ha escrito los capítulos de esa manera tan original, sino que maneja los finales con suspense o cliffhanger de manera apoteósica, aunque deje en el lector una sensación de fastidio y un "pero será hijo de puta que me deja así" en la boca.

No te mueras antes de acabar George, cuídate que no te veo muy en forma

Esta quinta entrega, que he leído en castellano porque en inglés me parecía durísimo hacerlo (lo intenté pero buscaba una de cada tres palabras, algo que no pasa nunca, y mi amigo J. el friqui me dijo "qué va, si después de las primeras 100 páginas te acostumbras a las quince palabras con las que se nombra a un caballo, o las cinco o seis con las que llaman al cuero" pero no le hice caso), me ha encantado, lo mismo que las anteriores, básicamente porque creo que se mantiene el tono de los cuatro primeros libros y pasan cosas sencillamente memorables. Lo único que espero, además de que el tipo viva para escribir el séptimo tomo, es que el final sea legendario y no pasen cosas raras. Como habéis visto, no he destripado nada, lo único que hago es recomendárselo a todo el mundo, porque por encima de que haya una serie, se trata de novelas francamente buenas.

jueves, 13 de septiembre de 2012

La jaula del hámster

Ayer miércoles 12 volví a incorporarme al mundo laboral (creo que ese era el motivo por el que tantos catalanes salieron a la calle el día anterior, pero no estoy seguro). Han sido meses muy duros, sin mucha oferta de trabajo y con un punto de desesperación, aunque también me han servido para acabar temas pendientes que tenía sueltos (he dicho por aquí alguna vez que soy ingeniero, pero en realidad no lo seré hasta que presente el Proyecto Fin de Carrera que he aprovechado para finiquitar estos meses). Durante este tiempo desde que de buenas a primeras me quedé sin curro a finales de marzo (me lo dijeron una semana antes de acabar el mes y porque pregunté) hasta ahora, he tenido la sensación de ser como un hámster que vive en una pequeña jaula y al que lo más que hacen es darle de comer para que no se muera.


Tenía tan clara esa analogía, que según iba yendo a entrevistas de trabajo de ofertas mediocres en dinero y tareas (al menos para alguien que le ha dedicado a la carrera que ha estudiado tanto tiempo y sacrificio como yo), se iba perfilando en mi cabeza que en realidad todos somos, en general, (evidentemente no me refiero a futbolistas y demás gente que vive haciendo nada o casi nada) hámsters en jaulas, pero que vamos ganando calidad de vida según nos amplían la jaula. Mi jaula actual es como la de la imagen anterior, pegadito a una pantalla haciendo tareas tediosas con una herramienta informática odiosa (al menos es lo que parece que va a ser), y  me da que mi mejor rato del día va a ser la hora de ida y la de vuelta mientras leo. Veremos. Pero no desespero y voy a seguir tratando de ampliar mi jaula de algún modo (no hablo sólo de dinero, creo que hacer un trabajo que te llene y que te permita tener vida fuera del curro vale mucho más que la pasta que ganes), no sólo en espacio sino también añadiendo ruedas o toboganes, que me hagan la vida más feliz. Por ejemplo una como la siguiente.


lunes, 10 de septiembre de 2012

"Wonderwall" de Oasis

La canción de hoy es de esas que te hacen sentir mayor porque tienes la sensación de que siempre han estado ahí, desde que empezaste a escuchar música en serio en plena adolescencia. Como mi adolescencia pasó (al menos en edad) hace ya bastante tiempo y la canción todavía suena en las radios y demás, podríamos decir que se trata de un "joven clásico" del pop. Me parece sencillamente una maravilla, aunque no soy nada objetivo con ella porque se trata de una de esas canciones que formarían la banda sonora de mi vida, una de esas que nombraría si me preguntaran por mis temas favoritos.


No recuerdo cuándo fue la primera vez que escuché a Oasis ni tampoco la primera vez que oí "Wonderwall", supongo que sería en clase de inglés en el instituto (una de esas maneras divertidas de aprender un idioma) pero no lo puedo aseverar con rotundidad. Lo que sí puedo asegurar es que la última vez que la he escuchado ha sido viendo la tele, en un rato de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres, aunque sólo cantaba uno de los díscolos hermanos Gallagher (Liam) que lideraban Oasis (cuando se separaron en pleno tour de conciertos, en París, mi amigo P.  había ido con su novia a verlos y se quedaron con un palmo de narices). Es lógico que saliera en esa colección de grandes éxitos británicos que fue la ceremonia, principalmente porque la canción es la más famosa de Oasis y uno de los temas más importantes de los últimos 20 años en el pop mundial.


Además de un ritmo pegadizo y una letra que (si entiendes inglés) resulta cercana, se trata de una de esas canciones que tienen algo, llamemosle alma o corazón o lo que sea, pero que llegan para quedarse en la memoria de quien las escucha y se convierten en verdaderos himnos. De hecho tengo una anécdota personal que lo refleja perfectamente. Cuando estuve en Galway (Irlanda) el mes de julio de 1998, mis colegas de viaje y yo éramos habituales de un pub cerca de Eyre Square en el que pasábamos tardes trasegando pintas de Guinness (sí, sé que para un chaval de 17 años no suena muy bien, pero todos lo hemos hecho, ¿no?) y una de esas tardes se me ocurrió echar una moneda en la gramola del pub para poner "Wonderwall"...Aquello fue un clamor, básicamente porque todo el pub se puso a cantar la canción, fue uno de esos momentos que no olvidas pase lo que pase.


Como siempre pongo tres vídeos (el videoclip original, la actuación de Beady Eye en los Juegos y una versión de Ryan Adams, ordenadas de mejor a peor) y luego la letra de la canción. Disfrutadla, es un temazo sin duda alguna.







Today is gonna be the day
That they`re gonna throw it back to you
By now you should`ve somehow
Realised what you gotta do
I don`t believe that anybody
Feels the way I do about you now

Backbeat the word was on the street
That the fire in your heart is out
I`m sure you`ve heard it all before
But you never really had a doubt
I don`t believe that anybody feels
The way I do about you now

And all the roads we have to walk are winding
And all the lights that lead us there are blinding
There are many things that I
would like to say to you
but I don`t know how

Maybe
You`re gonna be the one who saves me?
And after all
You`re my wonderwall

Today was gonna be the day
But they'll never throw it back to you
By now you should've somehow
Realised what you're not to do
I don't believe that anybody
Feels the way I do, about you now

And all the roads that lead you there are winding
And all the lights that light the way are blinding
There are many things that I
would like to say to you
but I don`t know how

[Repeat x2]
I said maybe, you're gonna be the one that saves me
And after all, you're my wonderwall

sábado, 8 de septiembre de 2012

Conocimiento cinéfilo, los montajes de Evan Seitz

No recuerdo cómo llegué a la página que tiene Evan Seitz en Vimeo, pero lo que sí puedo asegurar es que no me arrepiento para nada. Se trata de un artista y animador freelance que se dedica a hacer montajes de todo tipo pero que tienen que ver mucho con la cultura pop, ya sea a través del cine o incluso de los videojuegos. Hoy pongo aquí los cuatro capítulos que Evan le ha dedicado al mundo del cine. En ellos el autor desafía al que los ve con la pregunta "¿cuántas películas de las que salen en la animación eres capaz de nombrar?". Evidentemente las animaciones no son fotogramas de las películas, sino remedos de sus escenas, títulos o diálogos que evocan de manera ineludible a cada una de ellas.

En el primero de ellos el título de las películas sigue el orden alfabético (ojo, del título original en inglés):


En el segundo capítulo, el bueno de Evan tira de números relacionados con los títulos de películas:


En el tercero de los capítulos, el autor nos señala películas cuyo título está asociado a un color:


Y en el último de los cuatro capítulos dedicados al mundo del cine (no sé si hará más, estos son los que lleva por ahora) los títulos tienen que ver con países:


Disfrutadlos, no duran mucho pero seguro que los veis más de una vez, básicamente porque son una gozada...Y porque te pica la curiosidad.

martes, 4 de septiembre de 2012

"Tú eres tonto, chico"

"Tú eres tonto, chico", me ha dicho mi padre desde que tengo uso de razón como corolario a algún comportamiento infantil e inmaduro. Supongo que por eso cada vez que veo a Cristiano Ronaldo mi mente actúa rápidamente y al reconocer esa manera de actuar (tanto en el campo como, sobre todo, fuera de él) no hace más que obligarme a decir en voz alta: "tú eres tonto, chico". Como además tiene salidas de pata de banco comportándose como un chiquillo inmaduro cada dos por tres, esa frase se ha convertido casi en un mantra personal cada vez que lo veo en un partido o en las noticias. La penúltima inmadurez de "Tristiano" (me ha encantado el mote que ha surgido en las redes sociales) ha sido ponerse en ridículo tras el partido del domingo, donde aseguró (tras acercarse a los periodistas pidiéndoles que le grabaran, lo que ya me parece inaudito) que no había celebrado los dos goles que le había marcado al Granada porque "estaba triste". Y yo me pregunto, como en el poema de Rubén Darío, "la princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?"




La princesa es un muchacho de 27 años que se dedica a jugar de manera profesional al fútbol (luego no es un problema laboral, ni de que no tenga trabajo ni de que no le guste lo que hace), siendo uno de los mejor pagados del mundo en ese ámbito (luego no es un problema de pasta, o al menos eso creo) y estrella mediática universal con todo lo que eso conlleva: numerosa gnte que le sigue, tías buenas por doquier, invitaciones a mansalva...(luego tampoco creo que sea infeliz por eso). Además no parece sentir ningún complejo frente a nada ni frente a nadie (más bien lo contrario), nombrándose a sí mismo emperador del fútbol moderno. De hecho, hace más o menos un año, tras un partido en Zagreb aseguró que "le tenían envidia porque era guapo, rico y el mejor futbolista", luego, ¿por qué está triste la princesa?


Parece ser que "Tristiano" está triste porque cree no recibir el apoyo que merece por parte del club y de sus propios compañeros (al menos parte de ellos), y por eso ha decidido que la mejor manera de actuar era tratar de que sacarlo a la luz para conseguirlo...Sí amigos, así de listo es el chaval (cuando dijo aquello de que le tenían envidia, no dijo que fuera listo o inteligente, obviamente). Cree, erróneamente, que pone en jaque al club y a los propios compañeros, cuando lo único que va a conseguir es que todo el mundo, (excepto el inefable Mourinho, su amigo y mediocre futbolista Coentrao, y el Padrino del fútbol, el agente Jorge Mendes) le afee la conducta tras haberse puesto en ridículo. Porque lo que el pobre imbécil de Cristiano quiere es que lo empujen, tanto el club como sus compañeros, hacia las metas individuales que se le resisten, es decir, el Balón de oro y demás premios absurdos. Como si con la estúpida obligación impuesta por semejante déspota de salir cada cinco minutos a decir que es el mejor del mundo, la gente que vota a esos premios fuera a cambiar de idea.


No, tontín, no. Acéptalo, Messi es mejor y la única manera de que eso cambie es que tú mejores, no que tus compañeros y el presidente hagan el mismo ridículo que has hecho tú el otro día fuera del campo. Que Iniesta ganara el premio ese de la UEFA el otro día fue porque España ganó la Eurocopa, y lo mejor es que nadie se rasgó las vestiduras. Bueno, nadie excepto tú, está claro. No sé si tu agente, el mafioso Mendes, te habrá aconsejado hacer esto, o si ha sido el valido Mourinho (otro al que le gusta hacer el ridículo para reivindicarse) pero lo que está claro es que de ésta no sales de rositas, básicamente porque estas chorradas el Bernabéu las tolera poco. A ti te han tolerado bastantes excentricidades (compensabas con goles), porque al final, aunque eres un gilipollas, la gente asume que eres "nuestro gilipollas" y te defiende a muerte. Quizá ahora, tras esta estúpida puesta en escena digna del pandillero palurdo que pareces, te empiecen a poner los puntos sobre las íes. Yo por mi parte lo tengo claro, nunca has sido santo de mi devoción pero ya es seguro que, cada vez que te vea hacer una mamarrachada, lo único que diré será: "tú eres tonto, chico".