Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

jueves, 20 de septiembre de 2012

Cambio de negocio en la Iglesia Católica



Me parece que sin ser un reaccionario de ningún tipo, cualquiera se ha podido dar cuenta a estas alturas que el modelo actual de la Iglesia Católica no se sostiene por ningún lado. Ojo, voy a aclarar una cosa antes de seguir, fui educado en la fe cristiana y me considero cristiano católico no practicante. Desde una perspectiva de creyente se pueden tener razonables dudas sobre cómo se gestiona la fe cristiana ya sea a la hora de actuar, como de decir en voz alta lo que se piensa. Estoy convencido de que con la Iglesia pasa como con otras instituciones que le pertenecen a todo el mundo, se crea o no en ellas, como el Estado o la selección de fútbol, se tienen miles (si no millones) de maneras de pensar, casi una por cada ser humano, con lo que resulta muy complicado que todo el mundo esté de acuerdo. Sin embargo, en todos estos casos que nombro se persigue un bien común y normalmente basado en la representación. Ahora que nuestra selección de fútbol encadena éxito tras éxito en Eurocopas y Mundiales, sólo algún salmón que nada contracorriente tiene críticas desfavorables para el seleccionador y sus jugadores. La otra cara de la moneda es la clase política española, donde sólo casos puntuales consiguen la aceptación general y normalmente rozando el aprobado en el mejor de los casos. Por eso creo que en la Iglesia se tiene que dar un cambio, una variación en la manera en la que se hacen las cosas y en la estructura que soporta el tinglado, un cambio de rumbo que haga que la institución se vuelva menos excluyente y más integradora, en definitiva, un cambio en el modelo de negocio.


Lo que voy a poner a continuación es una pequeña lista de ideas (que seguro se podría ampliar) que bajo mi punto de vista harían cambiar a mejor el funcionamiento de la Iglesia católica. Mi opinión es justo eso, una opinión, no pretendo imponérsela a nadie y estoy convencido de que es muy difícil que haya alguien que esté completamente de acuerdo en los puntos en los que creo que la Iglesia ha de cambiar, luego sólo pido respeto por mi manera de ver las cosas. Bueno, ahí van:

  • El celibato carece de sentido. En ningún momento Jesús le dijo a sus seguidores “habéis de ser célibes” para poder propagar la fe. La idea de que gracias al celibato la Iglesia salía beneficiada económicamente por no tener que preocuparse de sucesiones y demás, está pasada de moda, básicamente porque cada vez hay menos sacerdotes y desde luego se podría llegar a algún a acuerdo en ese aspecto.
  • Que las mujeres no puedan tener mayor participación en la Iglesia más allá de ser monjas es, además de anacrónico, absurdo. Si cada vez menos gente quiere involucrarse en asuntos de la Iglesia es por esa visión trasnochada de cómo se deben hacer las cosas. Ser una institución machista no ayuda nada de nada, la Iglesia ha de dar un paso adelante y que hombres y mujeres puedan tener los mismos roles.
  • Además de la falta de vocaciones por las anacrónicas reglas que he comentado antes, otra consecuencia de esa manera de actuar es que cada vez va menos gente a la Iglesia y el perfil medio del feligrés que acude con asiduidad a misa es “viejuno” a más no poder. Este es uno de los problemas más graves de la Iglesia, por lo menos bajo mi punto de vista, y creo que es necesario replantearse la manera en la que se hacen las cosas. Por ejemplo, la celebración eucarística, cargada de simbolismo y significado, no está adaptada a los nuevos tiempos, aburre a los más jóvenes y eso se paga con iglesias vacías o ligeramente cubiertas por gente mayor, por lo que habría que buscar la manera de celebrar lo que la Biblia trata de contarnos de alguna manera más moderna y que sea capaz de llegar a todo el mundo.
  • Otra de las cosas que hay que erradicar dentro del vetusto funcionamiento de la Iglesia es esa manía de meterse en charcos de manera “carca” y poco cristiana. Temas como la prevención del embarazo, el aborto, la homosexualidad, los descubrimientos científicos…Todos ellos han de tratarse desde más puntos de vista dentro de la Iglesia que el monotemático y rancio que se empeñan en mostrar. Hay que quedarse con la esencia de lo que Jesús pregonaba, que en definitiva era ser buenas personas y preocuparse por el prójimo y no restringir esa manera de ser y actuar sólo a determinados grupos por ser afines en ideología. La Iglesia Católica ha de ser más cristiana, no tomar la Biblia al pie de la letra (se escribió hace miles de años, por Dios) y quedarse con su esencia.
  • Con las dos primeras medidas estoy convencido de que el número de personas con fe dispuestas a trabajar para la Iglesia (sí, repito, trabajar) aumentaría de manera considerable. Ahora bien, ¿qué hacer con todas esas personas? Pues en primer lugar tirar de ellas para llenar huecos en parroquias por todo el mundo. Aquí en España hay párrocos que visitan media docena de pueblos porque por falta de sacerdotes han de abarcar a varios grupos de feligreses según la región. Esto debería acabar, la atención de la Iglesia debería ser más personalizada y con chicos y chicas jóvenes seguro que la cosa mejoraba considerablemente.
  • Desde un punto de vista relacionado con la opción por los pobres, creo que la Iglesia debería usar toda su fuerza en erradicarla. Esto significa usar no sólo dinero, tierras y demás posesiones (que la Iglesia tiene de sobra), sino implicar a la gente que se vaya incorporando gracias a los dos primeros puntos. Se deberían crear proyectos en todo el Mundo usando toda la infraestructura eclesial y con el objetivo de hacer dinero. Sí, lo repito, hacer dinero. Creo que si la Iglesia es capaz de ir montando empresas que hagan dinero se podría no sólo ir creando nuevos puestos de trabajo, sino permitir que los más pobres fueran incorporándose paulatinamente a esos proyectos y por tanto abandonando esa situación. Eso sí, debería haber una escala salarial en la que todos los sueldos fueran dignos y la diferencia entre el que más cobre y el que menos fuera razonable (de cinco o seis a uno, como mucho). Eso ayudaría a que la gente que se implicara en esos proyectos no lo hiciera por pasta, sino por verdadero interés en ayudar de algún modo y siempre recibiendo una compensación decente. Cualquier tipo de beneficio que obtuvieran estos proyectos no tendría dividendos para máximos accionistas, ni bonus para empleados, ni ningún tipo de mamarrachada en la que unos pocos se llevaran la pasta, sino que se invertiría íntegramente en ese mismo proyecto (o en otros). Al contrario de lo que sucede en las grandes empresas, cualquier tipo de nepotismo estaría radicalmente prohibido, es decir, para acceder a un puesto sería necesario querer participar activamente en el proyecto y cumplir a rajatabla las características del puesto en cuestión.

Sé que mucha gente que lea esto va a decir que es una colección de chorradas o que algunas de las ideas no se sostienen, pero la verdad es que seguro que la mayoría está de acuerdo en que la Iglesia tiene que darse un lavado de cara muy importante.

2 comentarios:

  1. Estimado Rísquez.

    Estando en la misma situación (o casi) que tú respecto a la educación religiosa recibida, siendo un católico no practicante y, ya hace muchos años, tampoco creyente, considero muy acertada tu opinión o reflexión (o para otros, chorrada), ya que, al paso que van, van a tener que cerrar el "chiringuito" por falta de "clientes" y de "oficiantes".

    Es incuestinable que el modelo de negocio que tantos réditos les ha procurado durante estos siglos, se les tambalea y, necesariamente, han de cambiarlo, si quieren seguir manteniendo el status conseguido.

    De todas maneras, viendo la lista de ideas que ennumeras y si eres capaz de añadir tres o cuatro más, lo que vas a conseguir es "crear" tú mismo una nueva "religión" o negocio.

    Porque, ten por seguro que, quienes están al mando de ésta que tú estás analizando o de la que estás opinando, NO van a cambiar un ápice sus postulados, como obviamente puedes intuir.

    Saludos

    JOSEMI

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  2. Querido Josemi,

    Incluso añadiendo 3 ó 4 postulados más, no me veo al frente de algo tan difícil de manejar como una nueva religión. Como creyente y apoyándome en la fe (un apoyo que no es constante, obviamente) preferiría que los mismos que se han desviado de lo que predicaba Jesús, volvieran al redil y ejercitaran como deben la opción por los pobres.

    Deberíamos volver a aquellas palabras recogidas en los evangelios que decían "es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los cielos". Por eso debería luchar la Iglesia, por una sociedad más justa.

    Gracias por pasarte por aquí.

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