Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

martes, 11 de febrero de 2014

Intrusismo...Sólo si eres Le Corbusier

En estos días (por no decir años) de crisis, donde encontrar un trabajo en este país (y mantenerlo, gracias a la sucia y lamentable reforma laboral llevada a cabo por el partido en el poder) es francamente difícil (rozando lo imposible dependiendo de cuál sea tu oficio), me resulta especialmente sangrante encontrarme casos de intrusismo. Me parece que cuando has estudiado, te has formado, te has preparado para una determinada carrera profesional, que llegue alguien sin esa experiencia, formación o preparación ocupe un puesto de trabajo que deberías ocupar tú o alguien con similares características a las tuyas es francamente injusto. No estoy hablando de casos como el de Le Corbusier, un hombre que no estudió Arquitectura como tal (se formó, no obstante, en campos que podían relacionarse con esa disciplina) pero que se convirtió en uno de los más famosos y reputados arquitectos. Me refiero a esa gente que está en un puesto por estar, sin aportar nada que merezca la distinción o la razón por la cual se encuentran desempeñando una labor para la que no se prepararon.


Como bien sabe la gente que me conoce y también los que se pasan por aquí, me gusta mucho el cuidado de la lengua y hago uso habitual del diccionario de la RAE. Pues bien, según la RAE:

intrusismo.
(De intruso).
1. m. Ejercicio de actividades profesionales por persona no autorizada para ello. Puede constituir delito.


En la empresa en la que trabajo (una compañía de telecomunicaciones) tengo dos claros ejemplos de intrusismo para puestos destinados a ingenieros. Una de ellas es bióloga y la otra filóloga. Sí, tal cual, dos carreras muy alejadas del negocio que las rodea. Concretando, la filóloga es compañera mía, y trabaja, como quien dice, codo con codo conmigo, y la bióloga está en otro departamento de jefecilla de ingenieros. Si bien para las actividades que llevo a cabo cada día no me hacen falta determinados conocimientos técnicos relacionados con la carrera universitaria en sí, creo que para poder responder de manera eficiente sí es necesario tener cierta preparación y conocimientos que, puedo asegurarlo, no se ven estudiando ninguna filología. A eso, además, unimos que la filóloga en sí cuando se incorporó venía con unas costumbres mal adquiridas (no ser muy puntual, desayunar/almorzar durante más de 30 min, tomarse más de dos horas para comer, irse la primera aunque llegara la última...) que ha ido perdiendo a base de toques de atención (aunque ahora que nos han cambiado de sitio y no tiene supervisión ha vuelto a ellas con una rapidez asombrosa). En lo que respecta a la bióloga, por lo visto empezó con una beca en la compañía (me gustaría saber quién es el perfecto inútil que selecciona para una beca a alguien con un perfil ajeno al del puesto) y poco a poco se hizo con un puesto...Lo que resulta sorprendente si la ves trabajar: es poco profesional, vaga, tirando a bocachancla y sólo se esfuerza en escurrir el bulto. Vamos, que ninguna de las dos es Le Corbusier.


¿Por qué permiten algunas empresas que esto siga ocurriendo? ¿Por qué alguien como yo puede estar sin trabajo de lo suyo cuando alguien que ha hecho una carrera ajena está ocupando esas plazas? ¿Qué debería hacer la sociedad para evitar que esto suceda? Estas y más preguntas son las que todos deberíamos hacernos porque, ¿qué pensaría la gente si me viera a mí jugar con el Madrid en vez de a Cristiano Ronaldo?

1 comentario:

  1. Ay! Si Le Corbusier levantase la cabeza...
    Por cierto soy Pérfida
    Un saludo coleguita

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