Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

sábado, 21 de abril de 2012

La ratita presumida y el cumple de la abuela M.

Ayer fue el turno de la abuela T. y hoy es el de la abuela M., básicamente porque, casualidades de la vida, hoy también es su cumple. De hecho este sólo es el segundo paso de una cadena de tres, porque mañana...Bueno, mañana será otro día, hoy es el cumple de la abuela M. que hace, nada más y nada menos, 86 añitos. Es más joven (es un decir, jajaja) que la otra y, aunque tiene algún achaque más (sobre todo por su movilidad) de cabeza andan las dos muy muy bien, lo que es de agradecer.


El caso es que, al contrario de lo que me pasaba con la abuela T., no se me venía ninguna canción a la cabeza que me recordara a la abuela M., así que pensé que lo mejor que podía hacer era publicar algo que sí tuviera mucho que ver con mi relación con ella. Por eso viene a colación "La ratita presumida", ya que es algo que siempre asociaré con mi infancia y con la abuela M.

Resulta que, cuando mi hermana y yo éramos pequeños, nos pasaba como a todos los criajos de todas las épocas, descubríamos que algo nos gustaba y entonces teníamos que repetirlo hasta la saciedad. Si íbamos un finde al Parque de Atracciones, al siguiente ya estábamos pidiéndolo de nuevo. Si veíamos una peli que nos gustara (como Los Goonies o La princesa prometida), la veíamos doscientas veces. Así que cuando íbamos a casa de la abuela M. siempre le pedíamos que nos contara no un cuento, sino "el cuento", La ratita presumida. Ella lo hacía encantada y lo que más nos impresionaba (al menos a mí) era que siempre contaba el cuento igual, no parecido con la misma estructura, sino igual palabra por palabra. Quizá por eso haya frases del mismo que las tenga grabadas a fuego en el cerebro como "hago muy requetebién porque tú no me lo das" o "¿dormir y callar? Pues contigo me he de casar".

Bueno, como yo no me acuerdo del cuento palabra por palabra como la abuela M. he pensado que lo mejor que podía hacer era reproducir uno similar en homenaje por su cumpleaños, así que ahí va. ¡¡¡Muchas felicidades abuela M.!!!

LA RATITA PRESUMIDA

Erase una vez una ratita que era muy presumida, y estando barriendo la portada de su casa se encontró un ochavito que utilizó para comprarse un lazo para el pelo.

Con él puesto se sentó a que la vieran en la puerta de su casa.

Por allí pasó un perro, que le dijo:

-Ratita, ¡qué guapa estás!
-Hago muy requetebién, porque tú no me lo das.
-¿Te quieres casar conmigo? -le dijo el perro.
-¿Y qué harás por las noches?
-Guau, guau -ladró el perro.
-Ay, no, no, no, no, no, que me asustarás.

El perro, desairado, se marchó, y entonces acertó a pasar por allí un gato, que al ver a la ratita le dijo:

-Ratita, ¡qué guapa estás!
-Hago muy requetebién, porque tú no me lo das.
-¿Te quieres casar conmigo? -le dijo el gato.
-¿Y qué harás por las noches?
-Miau, miau -maulló el gato.
-Ay, no, no, no, no, no, que me asustarás.

El gato se fue triste y compungido, pero entonces llegó un gallo y le dijo:

- Ratita, ¡qué guapa estás!
- Hago muy requetebién, porque tú no me lo das.
- ¿Quieres casarte conmigo?
- ¿Y qué harás por las noches?
- Pues de madrugada canto: ¡quí, quí, ri, quí!
-Ay, no, no, no, no, no, que me asustarás.

El gallo se marchó triste, luego pasó un ratoncito que le dijo:

-Ratita, ¡qué guapa estás!
-Hago muy requetebién, porque tú no me lo das.
-¿Te quieres casar conmigo? -le dijo el ratón.
-¿Y qué harás por las noches?
-Domir y callar dormir callar- dijo el ratoncito.
-¿Dormir y callar? Pues contigo me he de casar.

Y se casaron felices y comieron perdices


3 comentarios:

  1. Además de ser muy bonito, tanto esta entrada como la anterior, he de reconocer que lo que más me ha emocionado, es que yo tengo justo ese libro cuya portada has publicado. Si te portas bien un día te lo enseño. Muchos besos para ti y sobre todo, para ellas, que bien se lo merecen.
    V.

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  2. yo tambien!!!me ha encantado leerlo otra vez, me parece más bonito que cuando lo leía de pequeña.

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  3. A mi me contaban la versión en la que el gato se intentaba comer a la ratita...

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