Una colección de historias, anécdotas, reflexiones y chorradas varias sin más objetivo que entretener

lunes, 29 de abril de 2013

"Domingo de palomitas"

Hoy presento por aquí al ganador del premio del público del último Festival de Cortos AdN organizado por la Universidad Antonio de Nebrija y al que asistí la semana pasada. De los cortos que participaron fue, de lejos, el mejor de los finalistas (en realidad fue lo único decente dentro de una colección de cortometrajes francamente mediocres). Desgraciadamente en este tipo de certámenes se las arreglan para premiar a varios de los cortos presentados y según el tipo de premio se van asignando (un método toriticero y sucio donde los haya, ya que no se premia al más destacado), como sucedió con el de mejor corto, que se lo llevó una pieza lamentable que había realizado una chica que al haberlo hecho ella sola no tenía que repartirse el premio (una beca para un máster en la Nebrija) con más gente, como hubiera sucedido con otros cortos. Pese al bajo nivel del festival, el corto que pongo hoy aquí es fresco y original, te cuenta una historia interesante, está bien hecho y bien actuado. No te cambiará la vida pero creo que el que lo vea, lo disfrutará.


miércoles, 24 de abril de 2013

Florentino Pérez, el Walter Donovan del fútbol actual

Nunca he tenido en gran estima a los presidentes de los equipos de fútbol, aunque fueran los del mío, quizá porque siempre he tenido la sensación de que se trataba en la mayoría de los casos de arribistas, aprovechados y sinvergüenzas, por mucho traje y mucha corbata que llevaran puesta (a la cabeza me vienen Caneda, Lopera y, claro está, Jesús Gil). El caso de Florentino Pérez siempre supuso para mí una prueba de fuego ante ese prejuicio, porque su perfil de benedictino dispuesto a recuperar los valores místicos del madridismo, a base de buenos modos y fichajes de relumbrón (lo que trajo, empezando por Figo, fue sensacional) era capaz de seducir a cualquiera. Sin embargo, la manera en la que gestionó determinadas cosas en su primera etapa (vender a Redondo, fichar a Beckham y, sobre todo, desembarazarse de Vicente Del Bosque) me convenció de que se trataba de un empresario sin escrúpulos capaz de generar dinero a montones (prefiero no saber cómo, seguro que de alguna manera turbia), pero que carecía del talento para dirigir deportivamente un club de fútbol. En su segunda etapa, el fichaje de Pellegrini me hizo pensar que las riendas deportivas las llevaría Valdano, pero el cese del chileno, basado en la derrota contra el Alcorcón en Copa del Rey y en la eliminación en la Champions (en la Liga el Madrid quedó segundo tras el mejor Barça de siempre y haciendo récord de puntos) dejó las cosas claras: Florentino no tiene ni idea de fútbol. Tras esa tropelía hizo lo que se esperaba, vendió su alma y la del madridismo al mismísimo diablo. Fichó a Mourinho.


Hay una cosa que me sucede a menudo y que sé que le pasa a mucha gente. Soy capaz de encontrar paralelismos entre situaciones de la vida real y escenas conocidas de películas famosas. Esto me ocurre principalmente con frases que evocan mi peli favorita, "Indiana Jones y la Última Cruzada". Hago toda esta digresión para explicar la sensación que me produce Florentino Pérez en su manera de actuar con su valido José Mourinho. Cada vez que veo al portugués haciendo una de las suyas me viene a la mente la frase que le dice el gran Henry Jones Sr. a Walter Donovan: "Te juzgué mal Walter, sabía que venderías a tu madre por un vaso etrusco, pero no que venderías tu país y tu alma a la escoria de la humanidad". Henry se refiere en ella a la alianza del magnate con los nazis, para quedarse con el Santo Grial. Pues bien, permitiendo que Mourinho se adueñara del club, destrozando la imagen de señorío que el Madrid posee desde tiempos de Bernabéu, echando a Valdano (la única cara amable del club por entonces) y jugando al gato y al ratón con los jugadores, principalmente con los españoles (lo que está haciendo con Casillas no se lo habría permitido nadie, recuerdo que Mendoza le dijo a Beenhakker que no jugara con el patrimonio del club, tras un partido en el que Butragueño fue suplente, ¿qué diría de lo que Mourinho le está haciendo al único español que ha levantado la Copa del Mundo?), para mí está claro que Florentino es lo más parecido que hay a Walter Donovan que existe en el fútbol actual, ha vendido su alma y la del madridismo a la escoria del fútbol. No me importa lo que gane el Madrid con Mourinho al frente, así no merece la pena.

viernes, 19 de abril de 2013

El abuelo B.

Nos ha dejado el abuelo B. hace unas horas. Yo sé que su familia (en especial V.) le va a echar mucho de menos, y yo, aunque no soy familiar suyo, también. Por eso he querido escribir este pequeño homenaje desde aquí. Lo normal es que durante tu vida las relaciones de pareja que entables hagan que te encuentres con la adquisición de familiares “postizos” (como cuñados, yernos, suegros, primos, tíos, abuelos…) con los que puedes tener una relación más o menos estrecha según los casos, tanto que incluso en ocasiones hasta los consideres como si fueran tuyos de verdad. El abuelo de V. era eso para mí, simplemente “El abuelo” cuando hablábamos de él, básicamente porque lo adopté como tal (o él lo hizo conmigo) desde que le conocí hace ya  bastantes años.


Para que el que lo lea se haga una idea, el abuelo B. era físicamente la versión en carne y hueso de Carl Fredricksen, el encantador vejete cascarrabias de la peli “Up”, siempre paseando por el pueblo castellano que le vio nacer, crecer y vivir, y en el que ahora descansará para siempre. B. era conocido por sus sobrenombres “cabezacarro” (en su pueblo a su familia la apodan así por su terquedad) y “el ermitaño” por haber sido durante muchos años el encargado (junto a su esposa, M.) de cuidar y adecentar la ermita del pueblo (una verdadera preciosidad), situada en las afueras de la localidad. La vinculación con la ermita es tal en la familia que yo mismo también me siento ligado emocionalmente a ella, y todas las veces que he ido al pueblo (que han sido muchas) he pasado por allí. Además de la ermita, B. también fue pastor (y representante del gremio a altos niveles) y encargado del guardarropa de la discoteca del pueblo (cuando en esa discoteca, como en otras tantas de pueblos de España, actuaban figuras nacionales de alto caché).


El abuelo B. era muy suyo y bastante peculiar (para bien, por supuesto), aunque supongo que como todos los abuelos, personas que al tener muchos años han acentuado sus manías hasta convertirse en gente muy particular. El abuelo llevaba gafas de pasta de culo de botella, pero le gustaba cambiar, no porque fuera a la moda si no porque no había tirado ninguna desde hacía años y cuando le daba el punto se ponía las primeras que encontraba (incluso las gafas de cerca de su mujer, fallecida años atrás), afirmando con vehemencia que "con estas veo mucho mejor". Al abuelo no le gustaba repetir comida de la mañana a la noche ni de un día a otro, llevaba gorra y chaqueta de lana en cualquier época del año y siempre iba acompañado de su bastón, no le gustaba tomar alcohol alguno (era muy divertido cuando te contaba que esperaba en la calle al compañero de paseos mientras éste se tomaba sus “vinitos” dentro del bar) y era muy crítico con lo “frescas” que salen algunas mujeres en televisión. Siempre llevaba “titos” (huesos de picotas o de cerezas o frutas similares) para refrescarse la boca cuando ésta se le secaba (“que tiemble Frigo” decía uno de sus yernos) y cuando terminaba con la comida (platos limpios como recién lavados) decía “ya no quiero más”. Sus despistes eran proverbiales (a veces se dejaba las llaves de su casa puestas) y unido a que en los últimos años veía cada vez menos, era frecuente que se le extraviaran cosas incluso delante de sus propias narices, y entonces culpaba (injustamente, pero de manera cómica) a las chicas que mantenían limpia y recogida su habitación en la residencia del pueblo en la que vivía.

Allá donde la vida me lleve, siempre tendré conmigo el recuerdo de la grata experiencia que ha sido conocer al abuelo B. Un beso enorme para la familia y amigos, y en especial para V.


jueves, 18 de abril de 2013

La diferencia entre la realidad y la ficción...A veces

El lunes un compañero de trabajo, casado y con dos hijos, me contó una cosa muy curiosa que le había sucedido el viernes anterior. Resulta que había recibido un mensaje de texto en su teléfono personal que le había dejado estupefacto por su contenido. Una amiga suya, también casada y con hijos, le decía que desde que lo conocía siempre había pensado que era un tipo muy guapo y sexy, además de muy simpático, y que en ese momento se atrevía a decírselo porque le habían detectado un tumor en la columna. Así, simple y llanamente. Después del mensaje lo llamó un par o tres de veces, muy nerviosa ante la posibilidad de que la mujer de mi compañero se hubiera enterado (ya fuera leyendo el mensaje directamente o porque él se lo hubiera contado) y él trató de tranquilizarla como pudo. Ella sólo decía que sabía que era una tontería y que no pretendía nada fuera de decirle lo que pensaba de él, que quería mucho a su marido y que seguro que a mi compañero le pasaba lo mismo con su mujer.


Cuando me lo contó pensé en esas pelis de "basadas en hechos reales" o directamente en cualquier tipo de relato de ficción en el que alguien que no tiene nada que perder realiza un acto fuera de lo común. En realidad se trata de algo que, si lo piensas fríamente, no debe hacer ningún daño, básicamente porque ella no pretende nada más que soltar lo que tiene dentro sin ir más allá (probablemente tenga miedo de dejarse cosas que decir o hacer antes de que sea tarde), y mi compañero debería sentirse simplemente halagado. Evidentemente, si esto fuera una historia de ficción, la persona que estuviera desarrollándola montaría a continuación un giro a los acontecimientos que le permitiera estirar el chicle de la trama. Supongo que, al contrario que lo que pasaría en esa hipotética fabulación, en este caso no habrá más capítulos, quizá porque esa sea la diferencia entre la realidad y la ficción...A veces.

martes, 16 de abril de 2013

"Mi fido di te" de Jovanotti

Si hay una cosa que mola mucho cuando vas en coche, esa es tener música puesta y que entre una canción que te encante y la cantes a pleno pulmón. Una de esas variantes, quizá la más divertida y patética a la vez, es que eso te suceda justo cuando acabas de aparcar. Entonces, rechazando toda lógica, te quedas dentro del coche, con el motor apagado y cantando la canción hasta el final. Es una verdadera gozada, aunque también puede ser motivo de vergüenza o de befa si algún conocido te ve en esa situación. Afortunadamente esto último no me ocurrió el sábado pasado a mí, cuando terminé de aparcar mi bólido (un Corsa de cuando se cayó el Muro de Berlín) y sonaba la canción que traigo hoy.




Se trata de uno de los singles que el fantástico Jovanotti sacó de su disco "Buon sangue", que fue el primero que escuché entero del genial cantante italiano (me lo regaló V., algo que no olvidaré nunca) y que vuelvo a oír cada cierto tiempo. El caso es que se trata de una de mis canciones favoritas del mítico Lorenzo, aúna ritmo, tonadilla pegadiza y una letra que se te queda en la cabeza (tanto como para cantar a pleno pulmón dentro de un coche de 23 años aparcado en mitad de la noche). Espero que una de las ideas que tengo para el verano (ir a uno de los conciertos que hace Jovanotti en Italia para tocar las canciones de su último recopilatorio de 25 años de carrera) se cumpla y pueda oírla en directo. Mientras me conformaré con ponerla aquí. Como siempre, pongo unos vídeos (el videoclip y otro de una actuación en directo) y la letra después. Y recordad, "...la vertigine non è paura de cadere, ma voglia di volare..." ("el vértigo no es miedo al caer, sino ganas de volar").



Mi fido di te - Lorenzo "Jovanotti" Cherubini

Case di pane, riunioni di rane
vecchie che ballano nelle cadillac
muscoli d'oro, corone d'alloro
canzoni d'amore per bimbi col frac
musica seria, luce che varia
pioggia che cade, vita che scorre
cani randagi, cammelli e re magi

Forse fa male eppure mi va
di stare collegato
di vivere di un fiato
di stendermi sopra al burrone
di guardare giù
la vertigine non è
paura di cadere
ma voglia di volare

Mi fido di te
mi fido di te
mi fido di te.
Mi fido di te
io mi fido di te
ehi mi fido di te
cosa sei disposto a perdere?

Lampi di luce, al collo una croce
la dea dell'amore si muove nei jeans
culi e catene, assassini per bene
la radio si accende su un pezzo funky
teste fasciate, ferite curate
l'affitto del sole si paga in anticipo, prego
arcobaleno, più per meno meno

Forse fa male eppure mi va
di stare collegato
di vivere di un fiato
di stendermi sopra al burrone
di guardare giù
la vertigine non è
paura di cadere
ma voglia di volare

Mi fido di te
mi fido di te
mi fido di te
cosa sei disposto a perdere?
Mi fido di te
mi fido di te
io mi fido di te
cosa sei disposto a perdere?

rabbia stupore la parte, l'attore
dottore che sintomi ha la felicità
evoluzione il cielo in prigione
questa non è un'esercitazione
forza e coraggio
la sete, il miraggio
la luna nell'altra metà
lupi in agguato, il peggio è passato

Forse fa male eppure mi va
di stare collegato
di vivere di un fiato
di stendermi sopra al burrone
di guardare giù
la vertigine non è
paura di cadere
ma voglia di volare

Mi fido di te
mi fido di te
mi fido di te
cosa sei disposto a perdere?
Eh, mi fido di te
mi fido di te
mi fido di te
cosa sei disposto a perdere?

lunes, 15 de abril de 2013

Pantomima

Me fastidia sobremanera cuando veo que pasan los días y no encuentro el momento de escribir por aquí. Sé que últimamente tengo razones para que eso sea así (no tengo casi acceso a un ordenador fuera del horario laboral y cuando estoy en el trabajo tengo bastante tarea que atender), pero eso no altera la molestia que me produce no publicar nuevos posts. La semana pasada uno de mis compañeros de departamento se encontraba fuera y, pese a que tenía un reemplazo temporal, las cosas a realizar no faltaron. Precisamente de lo que quiero hablar hoy aquí es de la no presencia de mi compañero durante la pasada semana.

Resulta que mi compañero, como la abrumadora mayoría de los que trabajamos en la empresa, es un subcontratado (con todo lo que ello conlleva y que ya comenté por aquí). Llevaba meses quejándose de la situación que tenía dentro de la consultora que le contrataba: sueldo bajo (aunque mayor que el mío, pese a tener menos experiencia laboral y un título universitario de menor valor), maltrato de la gerente (una gorda cuya manera de actuar profesionalmente daría para un libro), imposibilidad de crecimiento profesional a largo plazo (del corto o medio ni hablamos) y posibilidad de reducción de sueldo por la crisis (tiene narices que una consultora hable de estos temas cuando se lleva más de la mitad de lo que paga la empresa subcontratadora por el individuo). El caso es que mi compañero, se ha estado moviendo desde principio de año para cambiar de consultora, tanteando la posibilidad de cambiar también de puesto, pero siempre contemplando la idea de quedarse en el que está pero cobrando más. Al final consiguió que una de las carroñeras consultoras le hiciera una oferta que implicaba una subida de sueldo no muy elevada (unos dos mil euros anuales) y, pese a las dudas, optó por aceptarla. Pero había un problema, ya que las consultoras funcionan a través de cupos y de puestos que ganan con concursos, con lo que hacer lo que él quería era complicado. Tenía dos opciones: la discreción o la pantomima. Eligió esta última.

Según la RAE, en su segunda acepción, pantomima es:

2. f. Comedia, farsa, acción de fingir algo que no se siente.

Eso es exactamente lo que hizo mi compañero hace dos semanas, al montar un teatrillo de falso anuncio de marcha, lleno de palabras de despedida para todo el mundo, avisando a cualquiera que se le cruzara de que la siguiente semana se marcharía a otra empresa. Sin embargo cometió una serie de errores que dejaban entrever que pronto estaría de vuelta (comentarios cortados, emplazamientos futuros cuando técnicamente éstos no iban a producirse, y el mejor, decir que se iba a una empresa X que se encargaba de temas ferroviarios cuando X se encarga de tecnologías médicas). A mí me parece que ha jugado sus cartas en este tema francamente bien (perfecto, incluso) pero sólo hasta el momento de la marcha. Sin la infame pantomima que ha montado y que lo único que ha creado ha sido confusión y sensación de que todo era más falso que Judas (además de darnos más trabajo la semana pasada), todo habría estado mucho mejor.


domingo, 7 de abril de 2013

Libros Leídos Marzo 2013

El mes de marzo acabó hace una semana y ya es hora de que repase lo que me leí durante esos 31 días. Han sido 13 libros en total, 10 en español, 2 en inglés y uno en italiano, de los cuales novelas han sido 4, recopilaciones de cuentos o historias breves han sido 3, revistas de culturetas también 3, cómics 2 y un guión de cine. En resumen, un mes completito y bastante fructífero en lo que a lectura se refiere. Siguiendo con la numeración de los libros leídos durante el año, los de marzo fueron:

26. "Indiana Jones and the Monkey King" de Chris Columbus. 101 páginas (e-book).

Se trata del guión original (en inglés, obviamente) que hizo el guionista y director Chris Columbus (ojo con este tío, participó en el guión de "Los Goonies" y de "El secreto de la pirámide") para una hipotética tercera entrega de las aventuras del genial arqueólogo aventurero (es de 1985). Al contrario de lo que ocurría en la más que fallida última película (sigo considerando las aventuras de Indy como una trilogía), en esta historia se mantienen los elementos básicos de las historias del héroe de chupa, Fedora y látigo, ya que, exceptuando la historia de amor (que resulta fallida en esta ocasión, lo que queda francamente fuera de lugar), se cuenta con un elemento de enganche (la idea del Rey Mono del título, que además cuenta con un cachivache con poderes), un grupo de secundarios entretenidos y, lo que resulta clave, unos malos muy malos (unos nazus, ¿quiénes si no?). En resumen, habría sido una digna película, sobre todo si la historia con las chicas hubiera sido corregida.


27. "Dress your family in corduroy and denim" de David Sedaris. 272 páginas (e-book).

Esta es una recopilación de relatos semibiográficos (no sé si creérmelos todos, aunque sí parecen muy reales) del escritor estadounidense David Sedaris. Son todo historias suyas o de su familia, siempre desde un punto de vista cómico y francamente divertido. Es la segunda vez que leo este libro (la primera vez fue la versión traducida) y, aunque recordaba alguna de las historias (la que cuenta sobre cómo su hermano pequeño tiene entrenados a sus perros a comerse la mierda el uno al otro según la sueltan es simplemente graciosísima), me lo he pasado en grande releyéndolo. Muy recomendable.


28. "El animal moribundo" de Philip Roth. 128 páginas (e-book).

En esta novela corta, el genial Roth se adentra en las reflexiones de índole sexual de un personaje que ya está en la ancianidad (este personaje ya protagonizó un par más de novelas antes) y que ve cómo pierde los sentidos ante una alumna en particular (una exuberante joven de origen latino), algo que, por otra parte, siempre le ha ocurrido. Se lee muy muy rápido y la historia es mucho más interesante de lo que cualquiera pueda poner en un resumen como el que acabo de hacer, porque Roth escribe (o escribía) francamente bien.


29. "El mapa y el territorio" de Michel Houellebecq. 384 páginas (e-book).

Esta novela del controvertido Houellebecq, que le ha valido ganar el premio Goncourt, me ha gustado mucho. Se trata de un repaso a la vida de un artista en estos inicios de siglo XXI. Mediante esta curiosa biografía, el escritor francés aprovecha para realizar un fresco de la sociedad actual, usando personajes reales (incluido él mismo) que le permiten dar su particular visión de dónde estamos y hacia dónde vamos, centrándose en el mundo del arte pero siendo este análisis extrapolable a la vida en general. Muy interesante.


30. "La amante de Bolzano" de Sándor Márai. 289 páginas (e-book).

El húngaro Sàndor Marai se vale en esta obra de la leyenda del conquistador de mujeres, empedernido juerguista y jugador, el famoso Giacomo Casanova. En su revisita a tan curioso personaje, Márai sitúa al lector ante la posibilidad ficiticia de que, habiendo escapado de Venecia y camino de otros sitios donde continuar sus aventuras, Casanova decide descansar unos días en Bolzano, donde un antiguo amor reside. Entretenida, aunque no se trate de la mejor de sus novelas.


31. "Patria" de Robert Harris. 432 páginas (e-book).

Esta es una historia curiosa que parte de una premisa de falsedad histórica, es decir, de un "¿y si...?". En este caso, Robert Harris (cuñado de Nick Hornby, dato curiosos que nada tiene que ver con la historia) se pregunta sobre qué habría pasado si los nazis hubieran ganado la II Guerra Mundial, pactando con americanos, ingleses y franceses (estos dos últimos bajo condiciones de sometimiento) y siguiendo la lucha contra los soviéticos. Para añadir un poco más de chicha a la historia, ya de por sí curiosa, el personaje principal, un investigador de la policía, se encuentra con que una serie de jerarcas importantes está desapareciendo del mapa misteriosamente, cuando se está acercando el 75 cumpleaños del Führer y parece que el presidente de EE.UU. está por venir a Alemania. Es una novela bastante entretenida, no cae en tópicos (lo que se agradece) y además está bastante bien documentada. Recomendable.


32. "Panenka Nº17" de VV.AA. 116 páginas.

En esta entrega de la revista futbolera, se hace un  repaso de los futbolistas y entrenadores españoles que, por diferentes circunstancias (unos por la crisis, otros por vivir la experiencia, otros por mejorar deportivamente) se encuentran desarrollando su actividad profesional en el extranjero. Además de esto, hay entrevistas a personalidades del mundo del fútbol como el periodista Víctor Hugo Morales (el que retransmitió el gol de Maradona contra los ingleses, acuñando lo de "barrilete cósmico") o el futbolista del Rayo Leo Baptistao.


33. "Five" de VV.AA. 258 páginas.

Dentro de las propuestas para culturetas, moderniquis y gafapastas que saca la gente de Jot Down, en este caso se han aliado con otras cuatro revistas (de ahí el título) y han sacado un número especial con contenido desarrollado por cada una de ellas. He de reconocer que en muchas partes se me ha hecho tedioso a más no poder, además de encontrame con temas muuuuuy alejados de mis intereses habituales y del lector medio normal (la entrevista al último tipo es el culmen de lo snob). Aburridilla, no creo que la pille de nuevo.


34. "Cacciatori nelle tenebre" de Francesco y Gianrico Carofiglio. 143 páginas.

Este es el último de los cómics italianos que me pille cuando fui a Roma. En este caso se trata de la historia de un grupo especial comandado por un personaje que sale de manera secundaria en algunos de los libros del abogado Guido Guerreri (cuyo autor es Gianrico Carofiglio). Este grupo se encarga de investigar el asesinato de un tipo envuelto en una trama de pornografía infantil. La verdad es que me ha gustado bastante, no sólo por la historia que lo es ya de por sí, sino por la manera en la que están hechos los dibujos y la ambientación. Muy recomendable.



35. "De repente llaman a la puerta" de Etgar Keret. 208 páginas (e-book).

Se trata de una colección de cuentos de lo más divertida e interesante. El autor es israelí (no recuerdo dónde he oído o leído hablar de él, pero lo tenía apuntado en el móvil y me bajé este libro suyo) y la manera en la que escribe no deja indiferente para nada. Sus historias son frescas y muy originales, así que seguro que leeré más libros suyos. Imprescindible.


36. "Café Budapest" de Alfonso Zapico. 164 páginas.

Esta novela gráfica del ganador del Premio Nacional del Cómic 2012, trata sobre un joven violinista judío y su madre que, dada las situación económica en la que viven (en 1947, tras la II Guerra Mundial), viajan desde Hungría hasta Jerusalén para ganarse la vida en el Café del hermano de ella (el que da título a la historia). Sin embargo, el momento en el que llegan a la ciudad santa no es el mejor, el protectorado británico está a punto de llegar a su fin y la guerra está cerca. Me ha parecido una historia muy entretenida, interesante y sin caer en tópicos de buenos y malos (que es lo que se tiende a hacer con estos temas). Muy muy recomendable.


37. "Momentos estelares de la humanidad" de Stefan Zweig. 312 páginas (e-book).

En esta recopilación de momentos históricos, Stefan Zweig no sólo repasa lo acaecido con la exactitud del mejor de los historiadores, sino con el talento del mejor de los novelistas. De este modo, recordamos los últimos momentos de Cicerón, la caída de Constantinopla o la batalla de Waterloo, no sólo con precisión sino disfrutando de cómo nos cuentan lo sucedido. Muy muy bueno.


38. "Orsai Nº12" de VV.AA. 156 páginas.

De Orsai, Casciari y demás ya hablé  aquí y aquí.

miércoles, 3 de abril de 2013

El anuncio de Bankia, símbolo de un país de pandereta

Vivimos en lo que comúnmente se conoce como un país de pandereta. Razones para denominarlo así las hay últimamente en casi todas las noticias de ámbito nacional, con lo que no creo que nadie se lleve las manos a la cabeza. El último anuncio de BANKIA es el último ejemplo de ello.


Fulano pide un préstamo a Bankia para comprar una vivienda, avalado por sus padres que acaban de contratar un producto muy bueno, también en Bankia, destinado sólo a los mejores clientes (las famosas preferentes, curioso nombre, ¿no?. Fulano, por azares del destino (o porque el sistema capitalista funciona especialmente mal en nuestro país, en el que vamos a por los 6 millones de parados) se queda sin trabajo cuando le queda por pagar la mitad del préstamo.


Bankia se queda con su vivienda y le desahucia sin compasión alguna que para eso es un banco, pero le sigue exigiendo el pago de la deuda con los intereses, que se van multiplicando (un sistema justo donde los haya, ¿verdad?). Fulano se va a vivir con sus padres y estos asumen la deuda como avalistas. Bankia se arruina y el gobierno le da un préstamo, que Fulano tiene que pagar con sus impuestos (tócate las narices).


Por otro lado, el gobierno, para ayudar a Bankia (¿cuándo un gobierno ayuda al ciudadano en vez de a un banco?) decide que el valor del producto que compraron los padres de Fulano pasa a valer 100 veces menos y éstos se arruinan (las preferentes, un negocio donde los haya). Al no poder pagar, Bankia les embarga la vivienda puesta como aval y desahucia a todos los que viven en ella, aunque ambas familias siguen debiendo el dinero a Bankia (en este punto de la película, si todavía no odias a Bankia es que eres tonto perdido).


Bankia no tiene ningún tipo de responsabilidad legal por haber arruinado a los padres de Fulano (un sistema justo donde los haya, este nuestro, ¿a que sí?). De repente, Fulano y sus padres se convierten en terroristas por pedir a los políticos que votaron (o que se han tragado porque la democracia es así) que tomen medidas para corregir el desaguisado. Probablemente sea más fácil que Fulano y sus padres vayan a la cárcel antes que Urdangarín o Bárcenas.


¿Me puede alguien explicar cómo puede ser que encima, después de todo esto, tengan desde Bankia la desfachatez de lanzar una campaña de marketing (que pagan con el dinero del préstamo) tan increíblemente sucia como se puede ver en el vídeo anterior? Están jugando con fuego y no parecen darse cuenta. Cuando la gente no tiene nada que perder se convierte en impredecible y dispuesta a todo por lo que considera justo. Yo saqué mi dinero de allí, ¿y tú?


lunes, 1 de abril de 2013

"Los amantes pasajeros", el traje nuevo de Almodóvar

El sábado fui al cine a ver la última película del exitoso director Pedro Almodóvar, "Los amantes pasajeros". No he sido nunca aficionado a sus películas ni a su manera de hacer cine en general, aunque sí he visto parte de su filmografía, siempre con una sensación de que había algo que me perdía o que no entendía, dado que, excepto en tramos de alguna de las películas, sus historias me parecen tirando a aburridas, con situaciones carentes de sentido y fuera de lugar, cuando desde la prensa y parte del público siempre se ha alabado la obra del manchego.

El perpetrador del bodrio

Ha habido en la prensa, sin embargo, una nota discordante, un crítico que hace oídos sordos a las loas que se oyen y se leen por doquier en lo que respecta a cada nuevo trabajo de Almodóvar. Se trata de Carlos Boyero, el crítico de cine de El País (anteriormente de El Mundo) y que también participa en la Cadena SER. Desde hace bastante tiempo, Boyero clama en sus críticas sobre la inanidad, el tedio y la carencia de sentido en las películas de Almodóvar (ver sus críticas "¿Qué he hecho yo para merecer esto?" y "¿Qué he hecho yo para merecer esto? (II)" o vídeo) que le aburren hasta decir basta. El caso es que se trata del único que muestra en sus opiniones un rechazo frontal hacia la filmografía y el supuesto talento de nuestro cineasta más universal. Yo estoy de acuerdo con Boyero, lo de Almodóvar es, como sucede en otros ámbitos, un claro ejemplo de "traje nuevo del emperador", es decir, nadie parece atreverse a decir que el emperador va desnudo (la carencia de talento de Almodóvar y lo malas que son sus películas) y sólo un niño (Boyero) se atreve a gritar en voz alta que no lleva nada puesto y lo ridículo que es.

¿Ridículo? Sí. ¿Sin gracia? También.

La película en sí, es mala a rabiar, de eso por mi parte no hay duda alguna. Se nos trata de convencer de que hay una historia que contar desde el punto inicial (un avión que va a Méjico se pone a dar vueltas sobre la Mancha buscando un aeropuerto donde hacer un aterrizaje forzoso porque tiene un problema técnico) pero en realidad no es más que una burda farsa. La presunta comedia disparatada que el director manchego nos ha vendido en esta ocasión (para eso, como dice Boyero, no hay nadie como él, porque la maquinaria que pone en marcha para la promoción de cada película es sensacional, vendiendo la burra como si fuera una yegua de carreras) es un compendio de situaciones absurdas a modo de falsos sketches carentes de gracia alguna y sin ningún tipo de ilación, ya que la trama es inexistente y el guión brilla por su ausencia, probablemente porque en realidad no hay ninguna historia que contar.


El aparente talento artístico de Almodóvar no se ve durante el metraje por ninguna parte, como sucede en la mayoría de sus películas, y sólo la presencia de un elenco amplio de caras conocidas (desde Penélope Cruz y Antonio Banderas en un cameo inicial sin interés, pasando por Javier Cámara, Cecilia Roth, Willy Toledo, Paz Vega, Carlos Areces, Miguel Ángel Silvestre o Hugo Silva) puede hacerte llevadero el rato excepto si tenías ganas de reír, porque de risas nada, oiga. Se trata de una colección de escenas donde al espectador no se le arranca ni una sonrisa y encima, con la colección de buenos actores y actrices que pasan por la pantalla (¿cómo puede ser que Antonio de la Torre, Raúl Arévalo o Lola Dueñas nos parezcan tan buenos con otros directores y en esta película resulten tan anodinos?) lo único en lo que se piensa es en el derroche de talento interpretativo que se está desperdiciando.


Ni siquiera cuando trata de ser soez (con reiteradas alusiones a felaciones entre hombres) resulta gracioso Almodóvar en esta historia, básicamente porque para hacer gracia, incluso usando esas artimañas escatológicas, hay que tener un talento del que, es evidente, el manchego carece. Lo único rescatable de semejante bodrio es el numerito musical que hacen los tres azafatos encarnados por Javier Cámara (que por cierto parece haberse encasillado en los personajes gays, tras dejar atrás los cortos de mente que interpretaba antes), Carlos Areces y Raúl Arévalo.


Le recomiendo encarecidamente a todo el mundo que se abstenga de ir al cine a sufrir ver esta estúpida película, sobre todo si quieren reírse, es más fácil que lo hagan con cualquier otra con menos pretensiones y títulos absurdos (como "Dos colgados muy fumados").